El año de Nora: un nuevo miembro en la familia
Para algunas personas hay dos fechas en las que hacemos balance del año y nos marcamos buenos propósitos para el siguiente periodo. Una es a la vuelta del verano con el inicio del “curso escolar” en septiembre y otra es en nochevieja.
Así como hace un año estaba deseando que terminara 2013 -la salud nos flaqueó un poco en la familia-, 2014 ha sido un buen año, tranquilo y muy fructífero.
Echando la vista atrás, veo que tuve un año muy audiovisual en RTVE. Comencé explorando la Aventura del Saber en La 2, me trasladé al Canal24h para dar claves sobre cómo utilizar YouTube, volví a La Primera para explicar por qué el conocimiento libre cambia las formas de aprender y viajé a RNE para reflexionar sobre la intimidad conectada de nuestro tiempo.
En EOI fue también el año en el que pusimos en marcha los cursos MOOC de Competencias Digitales con Red.es y Google en su plataforma de Actívate (con más de 80.000 matriculados a la fecha) y cerramos 2014 con un homenaje a los emprendedores que se han formado con EOI en estos últimos 20 años.
En 2014 este blog cumplió una década y yo estrené la cuarta de mi vida. También descubrimos qué era eso de la Educación Disruptiva con la Fundación Telefónica y lo llevamos a los móviles y las redes.
Aunque cada vez me cuesta más encontrar tiempo para escribir, no he querido dejar pasar la oportunidad de participar en algunas publicaciones colectivas, reflexionando sobre Crowdsourcing en la cultura digital, Implementación y gobierno abierto o invitada por colegas de profesión a colaborar en entrevistas o artículos sobre redes sociales. Todo sea por obligarnos a ejercitar el pensar y contar lo pensado, un buen hábito que no debemos nunca abandonar, como bien nos recordaba EsGlobal en su selección de los 50 intelectuales iberoamericanos más influyentes.
En lo personal hice dos viajes que disfruté mucho. En mayo, nos escapamos diez días a recorrer Praga, Viena y Budapest. Fue curioso porque en poco más de una semana pasamos del invierno checo (con 4 grados bajo cero) a la primavera vienesa para terminar con el verano húngaro. De las tres ciudades, cada una con sus encantos, sin duda la que más me sorprendió fue Budapest.
Reservamos unos días para la última semana de septiembre y en esa ocasión cambiamos el plan urbanita por la tranquilidad de las playas de Conil. Un tiempo estupendo, justo después de unos días de abundantes lluvias que dejaron paso al veranillo de San Miguel en un ambiente aún estival, pero sin aglomeraciones.
Pero sin ninguna duda, lo más importante del año ha sido la llegada a nuestras vidas de Nora, que si bien hasta marzo no cruzaremos la mirada con ella, me acompaña noche y día desde hace más de seis meses.
Me alegra compartir esta noticia con todos vosotros, mi gran familia virtual en estos diez años de blog. En 2015 iniciaremos una nueva etapa, pero esta vez con un miembro más 🙂
Os deseo un gran año, feliz y lleno de ilusiones!