viDea: Ciencia, internet y la cultura hacker


No pudimos contar con él en la mesa sobre Ciencia en Internet porque coincidía con su presentación del proyecto blONG, pero Antonio Lafuente tuvo la generosidad de grabar su particular visión sobre el tema, inaugurando con ello una nueva línea de experimentación: viDea, ideas en vídeo, ideas por minuto, ideas al minuto, minideas y menudeas, improvisaciones entre el pasquín y la pintada como él mismo dice. No hacen falta grandes artificios para lanzar viDeas. Un móvil, una webcam y a volar. viDea, un término también con reminiscencias vJing y de jerga con olor a cítrico mecánico 😉

Aquí está la transcripción de la viDea. Antonio Lafuente uniendo ciencia e internet a través de la cultura hacker:

La relación entre la ciencia e internet nos conduce, creo yo, razonablemente a hacer un pequeño paseo por la Historia y ahí vamos a encontrar inmediatamente a los hackers, gentes que no solamente han creado una tecnología eficiente, una tecnología que está siendo empleada por empresas y por incluso el departamento de defensa de EE.UU. sino que han creado una cultura. Más aún, se trata de una tecnología que ha inventado una cultura. ¿Y qué características tiene esa cultura? Yo creo que es imprescindible reconocer que los hackers desde el comienzo han apostado por una cultura abierta, cooperativa, horizontal, distribuida y sobre todo, algo muy importante, es una cultura que favorece el contraste de opiniones, que favorece la crítica constructiva alrededor de determinadas problemáticas.

Y esto es muy importante. Yo creo que se insiste poco en eso porque no nos damos cuenta a veces de que en la ciencia lo más significativo de la ciencia no es que se haga en los laboratorios, no es que publique papers, no es que se haga experimentos, lo más importante de la ciencia, lo que la convierte en una cultura singular y muy especial, es que es una cultura que discute la relevancia que tienen los hechos, que discute el alcance que tienen las hipótesis y que constantemente está en un proceso de autocrítica. Y esa autocrítica es exactamente igual que la tecnología que generaron los hackers, es decir, una crítica que es abierta, que es cosmopolita, que es distribuida y que permite aprovechar todo el talento distribuido por el planeta, de manera que la relación entre ciencia e internet, es a mi modo de ver, estructural.

Y mientras llega el vídeo de la mesa redonda, disponemos de la NOTA DE PRENSA elaborada por la Fundación General UCM

Internet es la gran oportunidad para la divulgación científica. Ésta fue una de las ideas en las que coincidieron todos los ponentes que se dieron cita ayer en el tercer encuentro de fomento de la cultura científica ‘Prescribe ciencia’. La otra conclusión, menos prometedora, es que existe una importante necesidad de una mayor apuesta institucional por la divulgación científica.

Juan Julián Merelo, investigador y director de la Oficina de Software Libre de la Universidad de Granada, planteó la cuestión en estos términos: “La divulgación es imprescindible: no sólo contribuye a la difusión de nuestro trabajo entre pares, sino que también ayuda a abrirse a las empresas y a atraer nuevos alumnos”. A los científicos se les pide que divulguen, pero “ni se les enseña” ni “se les valora” en su carrera investigadora. Por ello, Merelo pidió una mayor ayuda institucional en este sentido y apuntó que, al igual que “la ciencia la tienen que hacer los científicos”, “la divulgación la tienen que hacer los divulgadores”.

En esta misma línea, Pablo Jáuregui, redactor jefe del área de Ciencia de El Mundo, afirmó que “entre el periodista y el científico existe un canal intermedio que en España constituye todavía una asignatura pendiente –aunque se está recuperando en algunos centros-, que es un área de comunicación de la ciencia que pueda actuar como interlocutor entre ésta y los medios”. Como periodista, señaló, “a menudo no hay tiempo en las redacciones”, y por ello son necesarios “intermediarios eficaces y bien formados”. Hace falta, añadió, “una gran apuesta, especialmente en la Universidad española, de puesta en marcha de departamentos de comunicación que se conviertan en puentes entre los laboratorios y los medios”. La clave, además, es que estos departamentos tengan “una mentalidad multimedia, ya que Internet será la prioridad en el futuro”.

El director de la RedIRIS, Tomás de Miguel, relacionó esta idea con el caso de la NASA, quizá la entidad con el sistema de divulgación de la ciencia más importante del mundo: “Cuando se creó, uno de sus objetivos era poner un hombre en la Luna, y el país estaba entusiasmado, porque era un proyecto nacional. Una vez se consiguió, el proyecto continuaba, pero la NASA se dio cuenta de que si no eran capaces de transmitir la necesidad de continuar con la investigación en el espacio, la institución podría desaparecer por falta de presupuesto”. Por ello, se creó toda una división con el objetivo de divulgar la ciencia espacial entre los más jóvenes. El resultado: “Hoy, la aceptación de esta rama de la ciencia entre los adultos es mayor que la del resto de las áreas científicas”.

En la jornada se discutió también la cuestión de la fiabilidad de la información en Internet. Víctor Domingo, presidente de la Asociación de Internautas, señaló que la mayoría de los usuarios utilizan la Red para informarse e intercambiar información. Sin embargo, casi dos de cada tres reconocen, según una encuesta elaborada por la propia asociación, no saber a menudo si la información que reciben es fiable o no. Ante la dificultad de distinguir el fraude de la información veraz en el mundo virtual, Domingo demandó que “al menos, se aplique la ley”, para así eliminar la sensación de impunidad, y “que la Justicia esté a la altura de Internet”. Y es que, manifestó, “las instituciones que estén adaptadas a Internet estarán en el siglo XXI, y las demás, seguirán en el pasado”.

Sobre este mismo punto, la profesora de la Universidad Carlos III y desarrolladora de Telefónica M. Luz Congosto, afirmó que “Internet es un medio libre y, al igual que en la vida real, diferenciar la verdad de la mentira es cuestión de cada uno. Las ventajas de esta libertad son tan grandes que merece la pena conservarla”.

Alejandro Arranz, director general de Innovación y Tecnología del Ayuntamiento de Madrid, entidad impulsora de estos encuentros, junto a la Fundación General de la Universidad Complutense de Madrid y la Fundación de Apoyo al Museo Nacional de Ciencia y Tecnología, en colaboración con el Instituto Cervantes y Universia, señaló la importancia del fomento de la cultura científica en la sociedad ya que, cuanto más cale ésta en la sociedad, “más se demandará y más cerca estaremos de la sociedad del conocimiento”.