Aprendizajes situados y prácticas procomunales
La educación es normalizada, jerárquica y homogénea, mientras que el aprendizaje siempre es encarnado, situado y local. La educación evoca los imperativos de la evaluación, la disciplina y el manual. El aprendizaje, sin embargo, hay que escribirlo en plural (educación vs. aprendizajes), hay que pensarlo como emergente (horizontal vs. distribuido) y hay que vivirlo como algo concreto (planes vs. prácticas). Nuestro trabajo se propone mostrar, mediante el análisis de unos cuantos casos representativos, cómo cambia nuestra imagen de la educación cuando la miramos desde la perspectiva del procomún. El procomún es un concepto que abre nuestra inteligencia a distintas formas de gestión de los recursos compartidos. Cuando lo referimos a procesos de aprendizaje evocamos procesos que son extramuros, conductas que son horizontales, organizaciones que son abiertas, estructuras que son recursivas y conocimientos que son inalienables.
Los casos que proponemos hacen evidentes estas diferencias y su relevancia para el mundo que habitamos. También queremos subrayar su peculiar relación con las nuevas tecnologías, pues no todo lo que se ha escrito sobre la escuela 2.0 es sinónimo de procomún. En fin, nuestro propósito es convertir la noción de procomún en un área de pruebas, una ámbito experimental, una zona en obras que nos ayude a entender la importancia regenerativa que para la educación tienen las estructuras informales, las prácticas extitucionales, la cultura p2p, las conductas DIY, las propuestas hackers, los entornos colaborativos y las comunidades emergentes.
Este texto forma parte del abstract del artículo “Aprendizajes situados y prácticas procomunales” que he escrito con una de las personas que más admiro intelectual y humanamente, Antonio Lafuente. El artículo se ha publicado en un monográfico coordinado por Mariano Fernández Enguita (@enguita) en la Revista de la Asociación de Sociología de la Educación RASE, Vol. 6 Nº 2. Mayo 2013 y se acompaña, entre otros artículos, de textos de Cristóbal Cobo y el propio Enguita.