Yo-mi-me-conmigo
Aviso: éste es un egopost 😉 He sobrevivido a un fin de semana a más de 40 grados en Madrid. Y a la solana, que tiene más mérito. Eva dejaba Berlín para visitarnos y no era cuestión de tenerla bajo el aire acondicionado, así que nos atrevimos a pasear la ciudad gata en pleno tostonazo. A lo guiri kamikaze. Lo bueno de ser anfitrión 24/7 es que no ha lugar a pensar en uno mismo y sus circunstancias (mis circunstancias, este verano, se llaman “tesis”). Mientras andaba por ahí de boy scout de asfalto, el blog se quedaba de guardia. Lunes, cierro paréntesis, vuelvo al tajo y en su parte de servicio me encuentro dos trackbacks curiosos: un análisis del blog en Cyberwarrior y la publicación de la entrevista a quien suscribe en el EntreBlogueros de Migramundo . La publicación de un blog permite, entre muchas otras cosas, verse reflejado en la mirada de otros. Algo muy estimulante, pero profundamente inquietante al mismo tiempo. Me acaba de ocurrir por partida doble. Y es que es...