Usos educativos de la contrapublicidad
Navegando por ahí he encontrado este fotomontaje que alude a la fotografía supuestamente retocada de Fraga.
Me ha interesado esta imagen, en concreto, por el uso que hace de algunos elementos de contrapublicidad: imita el logo de una conocida clínica de cirugía estética y lo deforma hasta generar un nueva marca, "Corporación Photoshóptica".
La contrapublicidad supone un nuevo arte de protesta frente a la sociedad de consumo. Toma los referentes iconográficos de los diseños publicitarios y construye nuevos mensajes que contestan a los productos que se publicitan. Algunos de estos fotomontajes son espontáneos y otros suelen estar organizados en campañas desde diversos colectivos (véase Consumehastamorir, por ejemplo).
Desde el punto de vista educativo, la contrapublicidad supone una excelente herramienta para trabajar conceptos de publicidad, comunicación y consumo desde un plano reflexivo y de producción, planteando proyectos artísticos de fotomontajes con sentido crítico. En algunos talleres de producción digital que he conducido, hemos utilizado este tipo de imágenes como motivación para centrar el aprendizaje de las aplicaciones desde un enfoque creativo y no instrumental o de mero cacharreo. Así, escanear, retocar en photoshop, buscar imágenes en internet, editar vídeo digital, etc. adquiere sentido cuando el alumno necesita utilizar esas destrezas para su propia obra. Una buena forma de plantear la actividad puede ser partir de imágenes de contrapublicidad como las de Adbusters, Consumehastamorir o Guerrilla Gráfica para fomentar la creación de nuevos anuncios a partir de publicidades reales (aportando, por ejemplo, revistas en papel para que puedan seleccionar anuncios que les inspiren alguna modificación/contestación/contramensaje).
Me ha interesado esta imagen, en concreto, por el uso que hace de algunos elementos de contrapublicidad: imita el logo de una conocida clínica de cirugía estética y lo deforma hasta generar un nueva marca, "Corporación Photoshóptica".
La contrapublicidad supone un nuevo arte de protesta frente a la sociedad de consumo. Toma los referentes iconográficos de los diseños publicitarios y construye nuevos mensajes que contestan a los productos que se publicitan. Algunos de estos fotomontajes son espontáneos y otros suelen estar organizados en campañas desde diversos colectivos (véase Consumehastamorir, por ejemplo).
Desde el punto de vista educativo, la contrapublicidad supone una excelente herramienta para trabajar conceptos de publicidad, comunicación y consumo desde un plano reflexivo y de producción, planteando proyectos artísticos de fotomontajes con sentido crítico. En algunos talleres de producción digital que he conducido, hemos utilizado este tipo de imágenes como motivación para centrar el aprendizaje de las aplicaciones desde un enfoque creativo y no instrumental o de mero cacharreo. Así, escanear, retocar en photoshop, buscar imágenes en internet, editar vídeo digital, etc. adquiere sentido cuando el alumno necesita utilizar esas destrezas para su propia obra. Una buena forma de plantear la actividad puede ser partir de imágenes de contrapublicidad como las de Adbusters, Consumehastamorir o Guerrilla Gráfica para fomentar la creación de nuevos anuncios a partir de publicidades reales (aportando, por ejemplo, revistas en papel para que puedan seleccionar anuncios que les inspiren alguna modificación/contestación/contramensaje).